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Mostrando las entradas con la etiqueta The Last Dance

‘Take My Breath Away’ x Michael Jordan

Como he dicho, el documental de Michael Jordan "The last dance", en colaboración con ESPN y Netflix, es must-see TV.  Pero también la serie me ha servido para estimular recuerdos de inicios de la década de los noventas. En aquel entonces, los documentales sobre basketbol existían. Y eran muy visto. Solo que había que rentarlos primero en VHS.  En uno de esos 'docs' había una balada que acompañaba unos highlights de Jordan. Hace poco me volví a acordar.  Era raro. La música no iba con la energía que imprimía Mike en las clavadas.  Esta semana leí en el New York Times la explicación: aunque aquella época surgía el rap como fuerza cultural, no se podían emplear las canciones porque estaban en disputa en los tribunales por derechos de autor. Remixin' & DJ'ing.  “N.B.A. Superstars,” a 1990 VHS release that set highlights of then-active stars to popular music, syncs a montage of Jordan soaring through the air to Berlin’s “Take My Breath Away,” primarily known as

The Last Dance (2020)

Le he dicho a mis amistades que The Last Dance es must-see TV . Eso es indiscutible. Aborda el último año de los Bulls de Chicago y Michael Jordan en 1998 antes de que se desintegrara la emblemática dinastía del basketball en los noventas. No obstante yo me encuentro dentro de la minoría que no disfruta del documental.  La semana pasada me topé un artículo en que mencionan que el documentalista Ken Burns se lanza contra The Last Dance porque no es buen periodismo. Como documental debería serlo. ¿O es un infomercial? La crítica que yo hago de mi parte a The Last Dance es que es muy fragmentario. Va de un momento y se retrotrae en el tiempo. ¿La mención de Kobe? Es breve. Al inicio del capítulo 5 cuando abre con el "In loving memory of Kobe Bryant" parece dar la expectativa de que se concentrarán en Kobe durante el capítulo. Eso no pasa.  También el documental aborda "valientemente" el gusto de Jordan por las apuestas. No su problema de apuestas, sino su gusto. No se

Scottie Pippen, el don sin recompensa.

Tengo la anécdota de que en la preparatoria mi apodo era Pippen. Ya entonces andaba rapado.  Pero antes del apodo, en la secundaria y antes, me parecía excesivo que todos se querían comparar con Jordan al jugar basquet. "Yo soy Jordan". Esa situación la veía (incluso siendo un niño) como demasiado ridícula. No siento lo mismo por los chavos que se identificaban con Kobe.  Scottie Pippen fue un talentosísimo atleta. Lleno de dones. Sin recompensa. Por medio del documental "The Last Dance" me entero que a lo largo de su primera etapa con los Bulls –la más brillante, la mítica— Pippen sólo tuvo un contrato por 18 millones de dólares.  Pero su don iba más allá de las habilidades físicas. El perfil que le dedican en GQ es esclarecedor.  Game 5 of the 1997 NBA Finals is the mythic Flu Game in which a seriously ill Jordan somehow still managed to drop 38 points. The portrait I have in mind has another cropping, though. Pippen is at its center, Jordan’s arm hanging limp aro