El paraíso debería ser un espacio en común donde te encuentras a personas que conociste durante tu vida. Personas que abarquen pasado remoto y presente reciente. Aquellos próximos te recordarán los círculos en los que te mueves, mientras que aquellos dejados atrás deberían ser pistas de cómo has llegado al punto en el que te encuentras. La descripción clásica del Paraíso es el reencuentro del Creador con sus criaturas. Poco o nada se ha agregado a ese imaginado. Salvo por Dante. Su arquitectura del Infierno, Purgatorio y Paraíso podrían convertirse por su cuenta y con derecho propio en un texto sagrado. Es por Dante que hay un momento en que poetas pasados se reúnen y Virgilio habla con Homero, Ovidio, Lucano y Horacio en el primer círculo del infierno. Hay un detalle en este encuentro: es sabido que Dante nunca leyó a Homero porque no sabía griego. Cabe la pequeña posiblidad de que Dante conociera la obra de Homero a través de una versión latina de Livio Andrónico, de acuerdo a lo qu...