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Semanas atrás, luego de ver un tuit del ensayista Luis Felipe Pérez en Twitter, se prendió en mí la curiosidad por leer el capítulo “La cicatriz de Ulises”, estudio con el que inicia Mimesis de Erich Auerbach. En los siguientes fragmentos se avizoran los estilos narrativos de la cultura occidental.   * *  *  *  *

Me tocó hacer mandado. Aunque me he dado vueltas semanales al súper que se encuentra cerca de la casa, tuve que realizar unas comprar en las que requería del vehículo. La camioneta que fue recuperada apenas a finales del mes pasado luego de un año y cinco meses de interpuesta una denuncia por robo. Este vehículo era en el que viajamos mi madre y yo a lo largo de gran parte de la década pasada. Actualmente tiene algunas fallas mecánicas; son mañas. Funciona. La sorpresa es que al consultar en el gobierno lo que tengo que pagar para volver a poner a mi nombre el vehículo que me robaron, el monto es estratosférico. Cantidad que no se encuentra dentro de mis recursos. Suspiro. Manejé a lo largo de una vía. División del Norte, Municipio Libre y Ejército Nacional son la misma calle, salvo que sus diferentes nombre se deben a cortes arbitrarios de urbanidad. Tan solo hice una parada. Sentí la comodidad de desplazarme en un auto. Es más rápido. Más eficiente. A lo largo de los últim

El título es impreciso. Aunque este incendio ocurrió cerca de una glorieta vehícular al sur de Ciudad Juárez, prácticamente en lo que se podría considerar la entrada a la ciudad, el humo creció a unos kilómetros de distancia de la glorieta del kilómetro 20, como también se le conoce.

Durante el interés que tuve por la literatura y sus estudios literarios décadas atrás, realicé el mayor ejercicio de dificultad que se puede tener hacia un texto: aprecio y un esfuerzo por buscarlo. Queremos tener el conocimiento al alcance de la mano. En un pasillo frecuentado de biblioteca. En el feed de Facebook. No obstante, para el conocimiento también existe el conocimiento paciente, que no es más que aquel por el que hay que esforzarse por encontrar. Tal vez descargar un archivo en formato de torrent . O esperar 20 minutos a un bibliotecario. Recuerdo que consulté el libro de On difficulty and other essays de George Steiner dentro de las colecciones especiales y apartadas del público general que tenía una biblioteca universitaria en Ciudad Juárez. Fue gracias a ese texto que mi camino en la lectura de las obras ‘difíciles’ de la literatura se fue abriendo para mí. En aquellos años disfrutaba de leer a Luis de Góngora. Dante. Shakespeare. T.S. Eliot. James Joyce. No era

Boxing Day es una festividad que solo ocurre en Canadá y Australia. Exagero obviamente. Pero ya están leyendo esto. La hipérbole me sirve para justificar que no puse nada en redes sociales sobre cómo pasé Nochebuena y Navidad. Por un lado, no se le debe nada a las redes sociales salvo nuestros silencios; aunque el pulso, el ritmo de indicios de nuestras vidas, es una cortesía que debemos socializar por esos mecanismos electrónicos de atención. La tarde de Nochebuena en este último año de la década* estuvo lloviendo. Aproveché para tomar una siesta y descansar simbólicamente del ajetreo del mes, de la intensa vida que llevan aquellos dedicados al comercio. Podría hacerme llamar entrepreneur . Siento no obstante un mayor abolengo en saberme comerciante. Navidad la pasé con mi padre y mi hermano, quien vino a la ciudad para estas fechas desde Playa del Carmen. ¡Sorpresa! Tengo una familia, FYI . Encontré la siguiente imagen en Instagram para esta Navidad: llena de buenas inten

Hace rato que no me comunico contigo, X. Me enteré por medio de esas redes sociales de XXX y me dio gusto saber al respecto. Veo que ahora andas en otros proyectos, como ese en mancuerna con XXX... De mi parte, las cosas siguen esencialmente igual. Pero yo estoy muy adaptado a vivir solo, aunque sea algo relativamente nuevo para mí... Me enfermé desde la semana pasada con una infección estomacal, y eso es lo que me hace ver la desventaja de estar a solas. Bajo la enfermedad, solo me interesa dormir, aunque tengo que hacerme cargo de preparar comida, limpiar luego y conseguir medicamentos... Creo que no te había comentado que desde inicios de año tengo un trabajo estable. Lo necesitaba si bien por la necesidad de ingreso, también por la disciplina que te da tener un empleo. Horarios, preparación, interacción. Tengo un nuevo teléfono y te lo paso en caso de que sea necesario comunicarte. XXX-XXXXXXX

Es domingo en la mañana mientras escribo esto. Me adelanto al sonido de las campanas de una capilla local. Lo que deben saber de mi: voy a terapia y al gimnasio con disciplina cada semana. El gimnasio podría sonar a anécdota vana. También lo de la terapia. Combinado es más loable. Mi vida es complicada. Pero tan sólo en un aspecto esencial. Por lo demás, mi vida también está plena: cocino y como bien, trabajo en varias cosas, ando en bici y duermo más de ocho horas. Conocí a una chica. Para nada serio. Tan sólo me alegra verla. Lo chistoso es que soñé que ella estaba en la casa de mis padres, rodeados de ellos. La sombra de mi madre apareció. Esta chica que menciono estaba integrada. Una de las cosas que reflexiono en esta época es qué debo hacer para representar con fidelidad el legado de mi madre.

Panteón de la Chaveña. Vista desde la vialidad División del Norte. Hay algunas lápidas ladeadas debido a accidentes automovilísticos que han destruido una barda, lo que con accidentes posteriores generó que las unidades vehiculares ingresen hasta el panteón. Ciudad Juárez, 2019.

Hoy se me ocurrió hacer caldo. Mis amigos en Facebook saben de ello. Hace como dos meses les mostré uno preparado con pollo. El de hoy fue con res. Fui al Supermercado González que me queda cerca de la nueva casa. Le hice la pregunta al carnicero de cuál sería el mejor tipo de res para el caldo. Me dio dos opciones. De una de ellas, tomé dos pedazos. Fueron 26 pesos. La carne de res es cara. Es por eso de la fascinación actual por el pollo y el descenso en el consumo de res a nivel mundial. En el área de verduras, le dije buenas tardes a dos señoras. Una mayor a mí; la otra de la tercera edad. Les pregunté por los ingredientes que llevaba un caldo. Los que ya tenía en casa: • Repollo • Papas • Cilantros Puede sonar un poco raro que en mi pequeño refrigerador tuviera repollo. Lo había usado días atrás para hacer unos tacos. También dentro de lo básico de mi cocina, ya tenía cebolla y ajo. La mujer mayor a mí me dijo de opciones que yo no consideraría para mi caldo: a

Ahora que vivo por mi cuenta, muchos pudieron pensar (o quizá nadie, o quizá nada más yo pude pensar) que festejaría la llegada del año nuevo. Fiesta en mi casa, invitar a amigos. O salir a un bar y hacer el conteo para la llegada del nuevo año. La verdad es que muy pocas veces me ha tocado festejar para recibir un año nuevo. Quizá con una ex. O cuando fui a un bar porque todos en mi familia (incluidos mis padres) se encontraban fuera de la ciudad. Recuerdo que en la llegada del 2000 yo trabajaba en un videoclub. Había salido del trabajo y lo único que recuerdo es que yo estaba con mi hermano en la casa de un vecino viendo la tele y el conteo de una cadena de televisión norteamericana. Pueden haber cambios en tu vida. Pero también hay hábitos que compagina con la personalidad de uno. Lo único que tengo como ritual es escuchar “Fin de Fiesta” de Kevin Johansen.  Y no hay foto que quiera borrar.

El paraíso debería ser un espacio en común donde te encuentras a personas que conociste durante tu vida. Personas que abarquen pasado remoto y presente reciente. Aquellos próximos te recordarán los círculos en los que te mueves, mientras que aquellos dejados atrás deberían ser pistas de cómo has llegado al punto en el que te encuentras. La descripción clásica del Paraíso es el reencuentro del Creador con sus criaturas. Poco o nada se ha agregado a ese imaginado. Salvo por Dante. Su arquitectura del Infierno, Purgatorio y Paraíso podrían convertirse por su cuenta y con derecho propio en un texto sagrado. Es por Dante que hay un momento en que poetas pasados se reúnen y Virgilio habla con Homero, Ovidio, Lucano y Horacio en el primer círculo del infierno. Hay un detalle en este encuentro: es sabido que Dante nunca leyó a Homero porque no sabía griego. Cabe la pequeña posiblidad de que Dante conociera la obra de Homero a través de una versión latina de Livio Andrónico, de acuerdo a lo qu

Durante este curso vimos cómo escribir, realizar búsquedas y cuestiones de género. Escribir es algo que le ayudará a plasmar textualmente sus investigaciones, aunque sus estudios en el programa de médico cirujano exijan habilidades más prácticas como realizar una operación o aplicar la resucitación cardiopulmonar. Solo si se dedica a la investigación y la docencia seguirá escribiendo. Esa vida es muy ardua y necesitará una disciplina férrea porque la vida académica intentará romper su alma incluso aunque lleve diez años en ella. Lo digo por experiencia. También por esa misma experiencia les puedo decir que escribir para dejar registro del saber adquirido es una de las mayores satisfacciones que existen. Vimos cómo realizar búsquedas en Internet. Aunque para ustedes luzca como algo bobo usar Google, les puedo decir que muchos no saben cómo utilizarlo. Aunque es normal. Aquellos que pertenecen a una generación previa hablarán siempre de la decadencia de las nueva generaciones: ahora ust

El año pasado me solicitaron una reseña para la revista Levrel y envié la reseña de The Tiger's Wife , de Tea Obreht. Les comparto el último borrador que envié de esa reseña. Si hay alguna diferencia entre este texto y el producto final, sabrán un poco de aquello que me editan. Piensen que mis borradores son como el backstage de mi escritura. --- The Tiger’s Wife de Tea Obreht Hube de reflexionar sobre dos temas básicos y contemporáneos en nuestra sociedad, la muerte y la irrealidad de la guerra a través de la novela The Tiger’s Wife de la escritora norteamericana Tea Obreht. Aunque cabe aclarar que éstos son un par entre los varios motivos dentro de la novela. Aquel que en México tome un café en Starbucks y escuche las detonaciones de una ejecución puede adquirir la ilusión de que su vida sigue normal aunque sabrá bien que nunca tendrá paz. En la charla entre el personaje de El Inmortal y el abuelo de Natalia Stefanovich en la ciudad de Sarobor, se entabla la discusión entre